QUE NAZARET SEA SIEMPRE, EL SELLO DE NUESTRA
IDENTIDAD...
La identidad revela lo que somos,
significa tener fisonomía propia, dar testimonio radical y eficaz y dejar al
descubierto el ser esencial... Significa transparentar en la vida los valores,
las actitudes, los gestos, las palabras que evidencian aquello que nos
configura.
La identidad es fidelidad que se personaliza y se pone de manifiesto a través de un profundo sentido de adhesión y pertenencia. La identidad se define por lo que se es y a su vez, se expresa a través de lo que se hace.
La identidad es fidelidad que se personaliza y se pone de manifiesto a través de un profundo sentido de adhesión y pertenencia. La identidad se define por lo que se es y a su vez, se expresa a través de lo que se hace.
“La vida consagrada y el carácter evangélico de su testimonio muestran
con toda evidencia... la naturaleza íntima de la vida cristiana”
(Cf V.C. 3
(Cf V.C. 3
Nuestra identidad se expresa en nuestro nombre:
Misioneras, Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret.
(Const. 5)
(Const. 5)
Misioneras porque nuestra
consagración nos sitúa en el corazón de la Iglesia, cuya misión es continuar y
hacer presente en cada lugar y momento de la historia la misión de salvar al
mundo que Cristo recibió del Padre...
Hijas de la Sagrada Familia, por el espíritu de
filiación con el que nos acercamos a la Sagrada Familia “Porque hemos sido
llamadas a copiar en nosotras con mayor perfección las virtudes, de las que nos
dieron admirable ejemplo nuestros amados Padres Jesús, María y José” (M.D, I.
21º).
de Nazaret: Significa y resume nuestro
Carisma, nuestro estilo peculiar de santificación y apostolado.
Define nuestra identidad, unidad y
continuidad, consagración, comunión, misión.
Nuestra vida religiosa integrada es un
“todo” que se comparte... Y los tres dinamismos: pensar, sentir y actuar,
interactúan armoniosamente.
Todo lleva el peso de los valores esenciales que constituyen una personalidad
creadora, centrada en dos actitudes que sirven de plataforma a la experiencia
fundante: SEGUIR Y ANUNCIAR a Jesucristo en su
Misterio de Nazaret. Seguir, significa ir hacia... ir con... Lleva impícita la
interioridad y el crecimiento. Anunciar, es la apertura que se deriva de
la donación, es el don de salir de si mismas y sentir el gozo de llevar a Dios
dentro para darlo a los demás, en misión compartida.
“Ser Misioneras Hijas de la Sagrada
Familia de Nazaret nos compromete, en nombre de la Iglesia y en comunión con
ella, a trabajar en cualquier parte dle mundo en su misión evangelizadora continuando la obra del Padre Manyanet dirigida a hacer presente el Misterio de
Nazaret en la sociedad y a la formación de familias cristianas en especial a
través de la enseñanza. Atenderemos con particular interés a los más
necesitados.
(Const. 65)